.: 2011.05

Vida.

A las 18: 40 hs del 20 de Marzo de 1996, si ese es el año, la hora, el día y el mes de mi nacimiento. El día que decidí para nacer, y para comenzar a "vivir". No puedo hablar mucho más que esto de ese día, más que lo que me contaron mis papás hasta estos años. Lo chiquitita que era y las cositas que tuve cuando nací,
Estuve todo un día en la incuvadora porque estaba con la bilirrubina bastante alta. También me contaron que nací con una linda marquita en el párpado y una cabeza con forma de pelota de Rugby y que pesaba una cosa de dos kilos 200 gr. Recién pude "conocer" mi hogar a las tres días de vida.
Eramos con mi hermana las segundas bebes en nacer para mi abuelito Omar y para mi abuelita Beatriz, pero para mis lindos abuelos Marta y Chiche eramos las recién naciditas, las primeras nietas, como un juguete nuevo para un nene. Según ellos nos dieron lo que pudieron y para ellos no fue mucho, pero para mi me dieron las cosas más lindas, me llenaron de mimos, de abrazos, de retos por lo malo que hacía, de regalos, de comida y de mucho mucho amor.
Fui creciendo, siempre al lado de mamá, papá, Cande y Cami compartiendo todas mis cosas con ellos. Riéndome, llorando, peleandome, haciendo una vida "normal" con las personas que amo.
Mi vida fue siempre un cuento de Hadas, yo era la princesita de mi mamá y la MUJER perfecta para mi papá. Para mis abuelos era lo más lindo y todos ellos para mi. La vida me fue dando golpes y el primero que recuerdo, uno de los más duros, cuando una tarde; mientras yo jugaba contenta con mi vecina en casa sonó el teléfono y mamá atendió, yo seguí jugando como si nada, hasta que mamá me miró y me dijo: "linda, cami se tiene que ir; la abuelita ya no esta bien". Fue feo y raro tener el tener que pensar que esa mujer tan dulce, la que me llenaba de golosinas cuando era chiquita, la que me decía que era hermosa, la que me regalaba plata cada vez que iba a comprarle algo para ella. Esa hermosa mujer, que me acepto como una nietita sin que lo fuera, ya no estaba más.
Tengo que admitir que era chiquita y fui creciendo superando esa perdida, pero sin duda que en ese momento lo que más me ayudaba eran esos abrazos de oso que me daba papá, con la cara llena de lágrimas de tristeza. Diciendome que no me preocupe que ella iba a estar bien y que todo iba a pasar.
Con el tiempo me di cuenta que era verdad, que todo iba a pasar y que iban a venir cosas lindas.
Compartí muchas salidas con mamá y papá, millones. Recuerdos hermosos y cada vez que el tiempo corría yo me iba poniendo mejor, iba sonriendo un poco. Sobre todo de ese día que volví del cole porque papá me había ido a buscar y hablando de los chicos del cole me dice: "Que yo no me entere que vos tenés novio eh! vos sos MI NOVIA, LA DE NADIE MÁS" y me hizo repetir una y otra vez lo que me había dicho. Me preguntaba "Y TU NOVIO QUIEN ES?" y yo con la cara llena de felicidad, le respondía "VOS PAPI, VOS SOS MI NOVIO". Ese día le entregué todo mi corazón y cada vez que me preguntaban y te gusta algún chico? o tenés novio? (con tal solo 7 años) y yo le repondía mirando a papá y con cara de timidita "si mi papi es mi novio, yo no tengo otro novio que no sea él".
Cuando estaba con mis siete años cumpliditos, me entero que iba a tener un/a hermanito/a y me acuerdo que yo lo había pedido una vez que pasamos con el auto por abajo de las vías de un tren y ese fue mi único deseo. El más lindo y el deseo que con más amor pedí, hasta hoy!
Con papá decíamos que iba a ser hombre y que se iba a llamar FEDERICO, pero mamá y cami querian la nena, que después terminó convirtiéndose en Candelita. Que feliz que me hizo, lo feliz que me hace día a día verla sonreír y con esa fuerza que tiene para enfrentar lo que le va pasando. Es lo más lindo que tengo para rescatar de estos últimos siete años.
Además del amor y de la suerte que tengo de haber encontrado y de tener siempre a mis amigas al lado, para apoyarme ahí con todo lo que necesito. Para darme esa mano, la oreja; lo que necesite. ELLAS SIEMPRE ESTAN Y SE QUE VAN A ESTARLO.
Vivimos muy felices esos años de niñez de cande y los nuestro con cami de pre-adolescencia. Empezamos la secuandaria y candela la primaria. Para los tres era algo totalmente nuevo, era como dar un gran paso en nuestra vida. Estabamos creciendo y teníamos que hacerlo notar. Teníamos que estudiar más, hacer más tarea, ponernos digamos un poco más responsable. Fue bueno, digamos que el 2008 fue un buen año, el comienzo de las clases nos hizo bien a todas, ya estábamos grandes y se notaba. Pero lo más lindo de todo, era que estabamos unidos. Los cinco y también un nuevo integrante en la casa. PLUMITA
El caniche tan pedido por mi, el que tanto tanto le pedía a papá después de la muerte de nuestras lindas perritas, Dalma y Reina. Al principio debo admitir que costó, pero ese amor que papá nos tenía impedía que el dijera que no a algún pedido nuestro. Así fue, que para nuestro 11 años papá nos trajo a la hermosa de plumi.
En el 2009 estabamos todas las chicas re contentas, porque algunas ya estaban haciendo los preparativos para sus quince y otras, como yo; esperando que llegue el 2010 para ir a buscar el salón y empezar a hacer todas las cosas.
Pero como no podía ser el año perfecto, en el que me pusiera a disfrutar de la vida de mis amigas y la mia. De lo bien que me estaba yendo en el colegio y del Cumple años de quince de mi prima y de mi mejor amiga. Dos personas super importantes en mi vida. Pero el destino no me lo permitió, podemos decir que el quince de mi prima lo viví imaginandome el mío en la cabeza, que fue un momento hermoso y que no voy a olvidar nunca.
No fue así a la mitad del 2009, donde mi abuelo estaba enfermo, se sentía mal, no tenía ganas de hacer las cosas, donde lo que quería era solamente venir a vivir a casa y que mi abuela se fuera a vivir con mi tía. Fue un año muy duro, mi abue cayó enfermo y no quería ir al médico- En el medio de todo esto me fui con el colegio a Entre Rios, fue lindo. El rescate de ese año. Aunque también si lo miro por otros lados le encuentro el vaso vacío a la situación. Porque cuando llego del viaje, me entero que había ido al médico que estaba mal, que se había dejado estar. Que no había mucho que hacer, que había que esperar a que solos esos dolores en las piernas que lo estaban dejando casi sin mover se le fueran solo.
Pero no paso eso, cada vez fue peor. Pasaban los días, las horas y los minutos y mi abuelo cada vez peor, cada vez más vacío. Lo que con el pasar del tiempo me hacía pensar en lo que no quería; EN LA MUERTE. El 5 de Octubre, fue el día que más contenta me levante, ese día iba a nacer mi primita, Kiari, la más linda.
Paralelamente a esto, yo salgo del cole y voy con toda mi felicidad a la casa de mi abuelo, donde me esperaba mamá para ir a ver a la baby. Eso no pasó. Mi día se nublo completamente cuando puse un pie en la casa. Toqué timbre, con cara de feliz cumpleaños. Mamá abrió la puerta, y le gritó a mi abuela : "NO, SON LAS NENAS". Su cara era de preocupación, nos saludó rápido y se fue a la pieza de mi abuelo. Mi abuela esta totalmente angustiada, tenía la cara toda mojada por las lágrimas que no paraban de salir de sus ojos. Le di un abrazo sin entender lo que estaba pasando y le dije que todo iba a estar bien.
En ese momento lo único que se me cruzó por la cabeza fue Dios. Lo primero que hice antes de ir a ver a mi abuelo fue rezar por él. Prometí algo a cambio de su vida, pero no fue demasiado fuerte o tal vez no era lo que debía hacer; me sequé las lágrimas, me tranquilice, tomé coraje y fui a la habitación. Antes de entrar me para frente a la puerta y vi a mi abuelo acostado en la cama, no paraba de hablar y de decir cosas- En eso me ve y me llama "veni nietita". Por un momento pensé que el corazón me dejaba de latir, no sabía que hacer. Tenía ganas de largarme a llorar y de ir corriendo a abrazarlo. Como tenía que estar fuerte y alentarlo, decidí ir, sentarme al lado de él y decirle "Acá estoy". Justamente en ese momento, me agarró la mano y empezó a decirme "te quiero, que linda que sos. No sé porque Dios no me lleva con él". Fue lo más lindo y feo que jamás habia escuchado. No podía entender por qué quería irse y sin pensarlo dos veces le dije: "NO DIGAS NUNCA MÁS ESO, VOS TE VAS A PONER BIEN! Y VAS A VER QUE TODO ESTO VA A QUEDAR ATRÁS!" Lo agarré, le di un abrazo y me fui.
Ese fue el último día que lo vi. Llendosé en un camilla a la clínica, gritando del dolor y diciendo las cosas más lindas y más feas a la vez. No era así como lo quería ver, yo siempre soñé con quedarme con su linda imagen, con esos ojos lindos y esas ganas de vivir que tenía. Por eso preferí no despedirme de él. Y si tenía algo que decirle mirar al cielo, abrazar sus fotos y decirlo. Yo sabía que él iba a estar escuchandome- Lo que todavía hoy sigue haciendo.
Pasó el 2009 y llegó por fin el 2010.
Ese año empezó prometiendo y mucho, me fui tres veces de vacaciones al lugar que hoy siento como mi "hogar", mi lugar para ser yo misma, para expresarme y hacer las cosas que quiero y de la forma que quiero- Santa Clara Del Mar.
Llegaba el turno de prepararme para mis quince, llegaba la hora de decidir el salón, el vestido, el color, los invitados, las tarjetas, los souvenirs, comprar el cotillón, seleccionar un fotógrafo, la música, todo. Para eso Mamá y Papá hicieron hasta lo imposible para tener eso que tanto queríamos, LA FIESTA DE 15.
El vestido siempre lo tuve en mente, los zapatos tambien, faltaba ponernos de acuerdo con cami en el salón. No nos costó más que dos visitas, con solo ver dos salones dijimos es ESTE. Papá al principio no estaba muy convencido porque el dueño era medio tosco, pero si sus princesas lo querían hacer ahí, no podía negarse. Todo estaba funcionando de maravillas, ya habíamos reservado y el 26 de Marzo ibamos a tener la fiesta soñada. El próximo paso a seguir fue el fotógrafo. Con mamá fuimos a mirar uno pero no nos convenció. Entonces decidimos una semana después ir con mamá, papá y cande al que luego sería nuestro fotografo-
Era toda una vida de maravillas. Faltaban ya ocho meses para la fiesta de mis quince y lo único de lo que estaba lamentando en ese momento era el saber que no iba a tener ahí a mi abuelito. No podía ser todo tan perfecto.
En la semana del 9 de Julio papa queria que nos fueramos de viaje a la termas para que el estuviese mejor de la cintura. Pero como ese fin de semana teníamos el quince de nuestra prima Sofi, no fuimos. Como siempre papá nos llevó sin ningún problema.
Volvimos del quince, el domingo fuimos de la abuela, volvimos a casa e hicimos lo que quedaba de tarea. El lunes 12 de Julio nos levantamos como todos los días para ir a la escuela. Nos había ido re bien, no queríamos que terminara el día porque el martes 13 teníamos millones de pruebas. El mismo 12 a la tarde-noche suena el telefono; atiende papá y sin consultar nada le da el Ok al de las fotos. Estaba decidido en que eso tenía que hacerse así. Ahí empezamos a planear un par de cosas más para la fiesta, re contentos y con muchas ganas.
Llega el Martes 13 de Julio de 2010; el peor día de mi vida hasta el día que me muera. Nos levantamos para ir al colegio, con un poco de nervios porque teníamos exámen. Se levantó mamá, nos llamó para que fueramos a desayunar mientras papá se bañaba y cande intentaba levantarse. No sé por qué ese día me puse a pensar que el abuelo hacía 9 meses que no estaba entre nosotros. Se ve que inconscientemente sabía que algo malo iba a pasar. Papá terminó de bañarse y se cambió para ir a prender el auto y llevarnos como todas las mañanas, al colegio. Yo como siempre tardando y el gritandome desde la calle: "DALE MICAELA! QUE LLEGAMOS TARDE". Así arrancaba mi mañana, nos dejó en el colegio y me preguntó si quería plata, lo dije que no; le di un beso en el cachete derecho
y me deseo mucha suerte. Esa fue la última vez que pude decirle gracias, que pude besarlo, ese fue el último día que tuve un Papá. Ese día se murió el hombre de mi vida.
Pasamos la mañana como si nada, tuvimos la prueba de física y cuando estabamos por empezar la prueba de historia entra al curso la diectora, nos llama a mi hermana y a mi y nos dice que papá se había descompuesto, que mamá estaba esperándonos abajo. En ese mismo momento mi corazón se enrroscó todo y empecé a sentir que mi mundo se derrumbaba. Cuando bajé la vi a mamá con una cara de dolor increíble, con ella estaban mi tío y mi tía. Nos acompañaron a casa y lo primero que hice fue salir corriendo al fondo a saludar a plumi; para esconderme de la situación. Mamá nos pidio que nos sentaramos con ella en la mesa y nos contó que papá se había empezado a sentir mal y que se acostó en la cama esperando a que mamá llegue para llevarlo al médico. Mamá llegó y lo llevó. Cuando estaban en el médico lo hicieron acostar en la camilla y mientras mamá hablaba con el doctor para contarle lo que le había pasado él dejó de respirar; no se pudo hacer nada. Ya estaba muerto.
Cuando mamá me lo contó, no podía entender lo que estaba pasando; no quería entenderlo. No se me cayó ni una lágrima, lo único que pude hacer fue decir "vamos a estar bien".
Después de ese día mi vida cambió completamente; todo lo que hacía lo hacía pensando en mi papá y en lo que hubiera pasado si hubiese estado.
De un día para el otro tuve que aprender a vivir sin un papá, sin ese hombre que siempre me dio todo lo que le pedí, el hombre con el que siempre soñé bajar las escaleras en mis quince, con el que soñaba entrar a la iglesia cuando me casara, el único hombre de mi vida. El vacío que tengo sin él es gigante, se nota la ausencia, de esa sonrisa, esos abrazos, esos celos incontenibles que le tenía a todo hombre que se me acercara a 10 metros.
Nadie lo va a reemplazar. Era único. Era el único que me daba confianza. Era el único que me entendía. ERA MI VIDA, ERA LO MÁS LINDO DEL MUNDO. Me va a hacer falta, pero se que nunca va a dejar que me pase algo, por que donde esté el siempre va a cuidarme como lo hacía siempre.
Nada más que un te amo con todo mi corazón para vos pa, lo más lindo de mi vida lo viví con vos sin duda. Espero no olvidarme nunca de tu voz, de tu carita, de esa mirada tan intensa; espero no olvidarme nunca de vos- Estoy orgullosa de lo lindo que eras y espero no haberte defraudado nunca. Todo lo que hago lo hago por vos. Y si hoy sigo acá, es por que vivo recordando todos los momentos lindos y todo eso que vos me enseñaste. No quiero bajar los brazos, no fue lo que vos me enseñaste. Prometo cuidar a mamá, a Cande, a Cami y a Plu como lo harías vos.

Micaela A. Vilanova-

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